Rosa Luxemburgo fue una luchadora por la libertad de las mujeres y de la clase trabajadora. Definida por Mehring y Lenin como “el cerebro marxista más admirable de la época” fue al marxismo al que le dedicó gran parte de su labor intelectual, dejándonos teorías sobre el Imperialismo y las críticas tanto al reformismo de Bernstein como a la Revolución Rusa liderada por Lenin, que luego aceptaría como ciertas.
Rosa Luxemburgo nació en el seno de una familia de origen judío en la ciudad de Zamość en lo que hoy en día es Polonia que en estos momentos se encontraba sometida al Imperio Ruso. Fue la hermana menor de cuatro hermanos y nació con un defecto de crecimiento el cual se convirtió al crecer en una discapacidad que le provocaba cojera desde los 5 años, afectándole psíquicamente este defecto durante toda su vida. Pronto su familia se tuvo que mudar a Varsovia en búsqueda de una mejor vida y Rosa fue a un liceo femenino en el que aparecen ya descripciones de ella como una chica curiosa y muy analítica. A la temprana edad de 15 años nos la encontramos militando en el partido marxista polaco Proletariat, aprendiendo en este partido lo que luego ella llamaría la “escuela de la política del proletariado”: la lucha callejera y las huelgas. También aprendería aquí a ver a compañeros suyos condenados a muerte por el simple hecho de querer un mundo mejor para las clases trabajadoras del mundo. Mientras fundaba o pertenencia a diversos partidos obreros estudió economía y filosofía en la Universidad de Zurich en una época en la que era casi imposible ver a una mujer estudiando en la Universidad. Esta etapa le sirvió para labrarse ya una fama de mente brillante y, para, posteriormente ser la encargada de enseñar la economía marxista dentro del centro de estudios del partido socialdemócrata alemán, siendo uno de sus alumnos el primer Presidente de la República de Weimar, Friedrich Ebert que luego autoriza su tortura y asesinato. A Rosa Luxemburgo siempre se le ha definido como la marxista ortodoxa y heterodoxa, nunca se movió del camino ideológico marcado por los padres del Socialismo Científico y, sabiendo leer el Materialismo Histórico y la experiencia de la clase trabajadora, supo introducir al marxismo nuevos conceptos como “Huelga de Masas”. A día de hoy el movimiento obrero, el marxismo, el feminismo y la sociedad en su conjunto, le debe, no solo la libertad y los derechos que disfrutamos, si no las grandes teorías promulgadas por ella y las críticas ciertas que arrojó sobre Bernstein y Lenin. Su obra más importante y quizás la más utilizada por otros teóricos sea Reforma o Revolución (1900). En esta obra hizo una enmienda a la totalidad de todas las teorías de Bernstein sobre el futuro del movimiento obrero, del capitalismo y de la socialdemocracia. Rosa, brillantemente y con sarcasmo, desmontó desde la propia teoría económica marxista estas teorías que empezaban a calar en la socialdemocracia alemana, consiguiendo con este texto la enemistad de la vieja, y poco revolucionaria, cúpula del partido socialdemócrata alemán. Estamos en una época en el que la mujer no tenia ningún derecho político, de hecho, ella no podía ni siquiera entrar en el Parlamento, y ella, mujer, desmontó las teorías políticas de unos hombres que gozaban con el poder dentro del partido. En estos momentos, hubo intentos por echarla de la socialdemocracia alemana, pero era muy querida por las bases del partido y el sindicalismo debido a su gran astucia y retórica en los mítines. En 1906 se distanciará más, ya no solo de la socialdemocracia alemana reformista, sino del marxismo más ortodoxo con su obra Huelga de Masas (1906). En esta obra analiza el concepto de Huelga General propuesto por los teóricos anarquistas y se lo apropiaria para ella, el movimiento obrero socialista y el marxismo. En esta obra podemos empezar a vislumbrar los primeros esbozos de lo que luego se llamaría “luxemburguismo” o socialismo democrático de masas propuesto más adelante por Rosa. 5 años después de esta obra consiguió, después de mucho trabajo y discusiones, ver la luz La Acumulación del Capital (1913). Esta obra es una respuesta a Lenin por los debates acontecidos en la Convención de la II Internacional en Stuttgart (1907) sobre el carácter del Imperialismo. Nos encontramos ante el primer intento de explicar el Imperialismo desde el punto de vista económico, para Rosa, el imperialismo se explicaba por la necesidad del capitalismo de abrir mercados donde vender los productos en época de sobreproducción. Rosa entendía al capitalismo como una simple fase dentro de la historia del ser humano que tenía que ser superada, nunca lo vió como un “enemigo”, sólo algo dañino que se tenía que superar y solo podía ser superado mediante su entendimiento y la lucha política y económica de la clase obrera. Por lo que su teoría del Imperialismo veía a éste como una forma más que tenía el capitalismo de intentar sobrevivir, que al final lo llevaría a la propia destrucción por sus contradicciones -en este caso, el no poder abrir ya más mercados-. Aparte de los adjetivos que definen a Rosa Luxemburgo como brillante y analitica, tenemos que unir el adjetivo valiente. Rosa Luxemburgo era una mujer en un mundo de hombres, pero era una teórica marxista cuando estos morían asesinados -como al final murió-, nunca temió enemistarse con alguien por sus ideas. Fruto de esta valentía, en 1918, un año después de la Revolución de 1917 que aupó al poder a los obreros comandados por Lenin, decidió hacer una crítica constructiva de esta Revolución. Desde la primera página de La Revolución Rusa (1918) deja claro su apoyo incondicional a esta revolución, pero ve errores en cómo se está realizando la toma de poder y la transición al socialismo en Rusia con lo que intenta poner su grano de arena mediante una crítica constructiva que propone soluciones desde su pensamiento. Los grandes problemas que ve a la Revolución Rusa son; la educación de la masa proletaria, los campesinos, y la democratización del partido bolchevique como representante de todos los trabajadores. Rosa Luxemburgo siempre estuvo a favor del partido de vanguardia como comandante del movimiento obrero, suponiendo esto una contradicción interna para ella con su sueño de democratizar el mismo partido. Pero en esta obra su contradicción interna está resuelta y ve, que aunque el Partido comande, este es solo una herramienta y tiene que haber un flujo continuo entre las jerarquías del partido y el movimiento obrero que se traduciría en una elección democrática de estas jerarquías. Si bien este flujo democrático solo se podía llevar a cabo si las masas trabajadoras estaban totalmente formadas en el marxismo, entendiendo en todo momento el proceso en el que estaban inmiscuidos. Y en este punto coincide con Lenin, la escuela política de la calle, o, la experiencia del obrero siempre se quedaría en un estado de formación menor, y los intelectuales del partido debían empujar a la masa trabajadora a un estado de educación mayor con la que la democratización del partido si podía ser una realidad. Quizás, fue esta obra la que produjo, junto a la muerte de Lenin, que su pensamiento se quedase “en tierra de nadie”, una vez que fue asesinada. Rosa Luxemburgo estaba inmiscuida en la creación de un nuevo pensamiento marxista cuando se enemistó con la II Internacional y esta misma desaparece. Pero este nuevo pensamiento también se enemistó con cuadros del partido bolchevique por sus críticas a la Revolución Rusa cómo para que éstos intentasen asimilar su pensamiento en la III Internacional recién creada. Lenin siempre aceptó las críticas de Rosa y la tenía en alta estima, pero éste muere en 1924 antes de poder cerrar el proceso revolucionario en Rusia y su mismo pensamiento que podría haber metido a Rosa como referente para el marxismo-leninismo. Una vez que muere Lenin se produce la lucha ideológica entre Stalin y Trotsky, siendo el pensamiento de Rosa utilizado entre ambos como arma arrojadiza, Trotsky utilizaba la democratización del partido propuesta por Luxemburgo para intentar quitar poder a Stalin, mientras éste último utilizaba el resto del pensamiento de Rosa contra la “revolución permanente” de Trotsky. Al final, el pensamiento de Luxemburgo, mucho más elástico, no tuvo cabida en ninguna de las dos corrientes y quedó sepultado hasta que en los años 60 del siglo XX se recuperó en movimientos como el estudiantil alemán. Uno de los grandes escollos para que la III Internacional no asumiera este pensamiento de Luxemburgo como suyo fue el Levantamiento Espartaquista fallido de 1919. La mayoría de teóricos rusos pensaban que este levantamiento estaba promovido directamente por Rosa Luxemburgo y se basaba en su teoría de masas. Pero esto no era cierto, este levantamiento fue espontáneo y muy explosivo sin lideres, Rosa solo se prestó, como siempre había hecho en su vida desde los 15 años, a organizar este levantamiento lo que finalmente le costaría la vida. El levantamiento de 1919 fue aplastado por la conjunción de intereses económicos y el gobierno de la República en manos del partido Socialdemócrata Alemán. Desde el primer momento el gobierno mandó detener a los que consideraban “instigadores” de la revolución: Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. Ambos fueron detenidos por los Freikorps (Cuerpos por la libertad) una guerrilla pagada por los empresarios, en la que participaba un joven Adolf Hitler. Al final, con la autorización del presidente de la República, Luxemburgo y su compañero fueron torturados y asesinados, y el cadáver de Rosa Luxemburgo fue tirado al río el 15 de Enero de 1919.
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AutorJaime Caro Morente (UAM) |